Somos muy duros con las ideas que no nos caen bien, pero somos increíblemente flexibles con las que nos agradan, cuando en realidad deberíamos una posición neutra. La posición escéptica es precisamente tratar de que evaluarlas por igual. Algo parecido a usar "la misma vara".
Una vez leí que en la ciencia no existen ideas estúpidas,
existen argumentos estúpidos. Y es que en la ciencia cuando haces una
afirmación se pone mucho interés en la forma en que llegaste a esa conclusión (el
silogismo lógico) porque si te la aprueban te estarían diciendo que esa forma
que usaste para llegar a tu conclusión
es un método efectivo para evaluar la realidad. Me explico…

Imagina que vas a un comité científico a presentar tu
afirmación, digamos que es beber té de –insertar hierba medicinal tradicional,
esta vez usaremos tilo- cura la gripe, con la argumentación de que a ti te dio
gripe, bebiste te de tilo todos los días y se te curo la gripe. Este silogismo
se puede desglosar de la siguiente forma:
Tenías gripe +
Bebiste té de tilo todos los días à
Te curaste = Beber té de tilo te curó
Lo cual su silogismo lógico es este:
Tenías alguna enfermedad + Hiciste
x cosa todos los díasà Te curaste = X te curó
Si ese comité te aprueba esa afirmación con ese argumento
tendría que dar como válida todas las afirmaciones que cumplan con ese
silogismo. Si tenías gripe, bebiste agua de llave todos los días y se te quitó
la gripe, pues tendríamos que aceptarte que el agua de llave te curó la gripe;
si tenías gripe, salías al sol todos los días y te curaste, pues obvio,
solearte te curó; etc.
Al comité científico aceptarte tu propuesta como cierta, estarían
validando ese argumento como cierto. Y eso es lo que preocupa, porque en ciencia tu afirmación es algo secundario, lo importante es como llegaste a ella. Esto tiene
profundas implicaciones porque el silogismo lógico es la forma en que
producimos nuevos conocimientos, y si éstos están viciados, todo el
conocimiento producido a partir de éste será viciado también.
Este es un concepto que las personas no suelen entender muy
bien. Defienden sus ideas con un empeño brutal, pero si se les plantean ideas
diferentes, pero que usan el mismo argumento, suelen rechazarlas de paso. Como
personas que argumentan que algunas ideas son buenas porque hacen sentir bien a
las personas –que coincidentemente es al grupo de personas que pertenecen-,
pero cuando se les dicen ideas que hacen sentir bien a otras personas pero que
son ideas contrarias a las de ellos, no
dudan en decir que no por eso hay que aceptárselas.
Pero en la ciencia esto se toma muy en cuenta y ha
contribuido a formar el aparato de certificación científica utilizado para
saber cuáles métodos o argumentos son correctos y adecuados a la hora de
generar hipótesis o apoyar planteamientos científicos. Por eso nos ponemos tan
celosos y escépticos cuando una idea es planteada y nos fijamos en todos los
detalles y posibles faltas en esa argumentación, más que en el resultado de esa argumentación en
sí.
Para terminar, si se les dicen que acepten una idea, fíjense
muy bien en la argumentación de ella y sepan que si la aceptan como verdadera, deberán
aceptar todas las demás ideas que tengan el mismo argumento apoyándola.